"To Break the Wall de Evan Hunter es la fuente primera
de Blackboard Jungle (Semilla de maldad) , la película
de Richard Brooks que acaba de estrenarse. El cuento sólo
presenta una situación: la lucha del profesor contra la
hostilidad de la clase, primero, y contra dos de los delincuentes
que la componen luego. Toda la violencia que el film distribuye
en sucesivas escenas resulta aquí concentrada en una sola,
de lenguaje conciso y coloquial, de fuerte potencialidad en los
verbos. Al traducir el cuento especialmente para Marcha
se ha procurado mantener el ritmo violento del original, sin ablandarlo
con los desarrollos a que suele estar acostumbrada la prosa de
nuestro idioma. El texto inglés (que se publicó
por vez primera en el Nº 2 de Discovery, octubre 1953,
pp. 150/63) es también abrupto.
Una comparación entre el cuento y el film permitiría
advertir dos cosas: 1º- la extrema concentración del
asunto en el cuento y la dispersión de temas de la película
(agrega conflicto racial, intento de violación de una profesora,
problemas sentimentales del profesor Dadier, otro profesor que
trata de conquistas a las fieras con la música de JAZZ,
el desdoblamiento de Miller en dos personajes, uno básicamente
bueno y negro, y otro blanco y malo, etc., etc.); 2º- el
final dubitativo y más bien amargo del cuento en contraposición
con el desenlace feliz de la película. Entre semilla y
el film hay dos etapas de desarrollo: el autor estiró el
cuento hasta convertirlo en novela, Richard Brooks y la censura
cinematográfica hicieron el resto.
Evan Hunter es neoyorkino: empezó su carrera como pintor
(el cuento está lleno de detalles visuales); ha trabajado
como profesor en un colegio vocacional de secundaria, como vendedor
de langostas, como agente literario. Ahora se dedica por completo
a escribir. Sus relatos han aparecido en revistas de ficción
científica y de aventuras. To Break the Wall está
escrito con la fuerza e impacto de un buen cuento de horror, casi
con el estilo alucinatorio de una laboriosa pesadilla que todo
profesor (aunque no trabaje en la lata de basura) habrá
padecido más de una vez.
Se han respetado los nombres y las deformaciones del original.
El protagonista se llama Dadier y sus alumnos le ponen como sobrenombre
Daddy-Oh, es decir: Oh, papito. Pareció más
adecuado dejar el mote en inglés"