Edgar Lustgarten: Veredictos discutidos.
(Veredict in Dispute). Traducción de Clara de la Rosa.
Buenos Aires, Emecé Editores, 1952. 249 pp.
"Este libro configura una excepción a las normas
de la colección en que ha sido incluido: en vez de relatos
imaginarios cuenta seis casos criminales célebres. En cada
uno de ellos el veredicto pronunciado por la justicia parece insatisfactorio;
el autor no pierde ocasión de mostrar a plena luz los puntos
controvertibles. A diferencia de las novelas policiales no hay
solución posible. O mejor dicho: cada lector puede elegir
su solución, pronunciar su veredicto.
Esta doble circunstancia (la realidad de las historias, la ausencia
de solución) no disminuye el efecto que puedan ejercer
estas historias. Por el contrario, la aumentan y la proyectan
indefinidamente. Nunca sabremos si Florence Maybrick fue realmente
la envenenadora de su marido (él acostumbraba tomar arsénico
con fines medicinales); nunca sabremos si Lizzie Borden usó
realmente su hacha primero contra su madrastra y luego contra
su propio padre (pero ¿si no fue ella qué otra persona
hubiera podido ser?); nunca sabremos si Elsie Cameron fue asesinada
deliberadamente o si realmente su amante la encontró ya
muerta y procedió a descuartizarla para evitar que se le
acusara de esa muerte (pero el solo hecho de hacerlo parece peor
que la misma muerte). Cualquiera de los seis casos que Lustgarten
presenta parece memorable, aunque no todos están mostrados
con la misma habilidad. (Más minucioso, mejor escritor,
Edmund Pearson en sus Studies in Murder, 1924, da una versión
más completa del extraño caso de Lizzie Borden).
Pero el verdadero problema es otro. Podría enunciarse así:
¿por qué tolerar esas lánguidas y aún
insoportables novelas policiales si los anales del crimen guardan
tanto caso excepcional, tanta fantasía real sin explorar
y más fascinante que el barato y monótono melodrama
que suelen cocinar los profesionales? La respuesta quizá
esté en la avidez de un público que ahora lee novelas
policiales como antes leyó folletines por entregas."