"El año pasado se publicaron dos manuales
que facilitan una cabal Introducción al mundo clásico.
Se trata de Minerva por James Gow (Emecé, 1946)
y la Introducción al estudio de Grecia por A. Patrie
(Fondo de Cultura Económica, 1946).
El libro de Gow fue publicado originalmente en 1888, bajo el
título: "A Companion to School Clasics",
que puede traducirse por: Una guía para los clásicos
escolares. Los clásicos a que se alude son los grecolatinos.
Pero Gow, con excelente criterio no se limita al atento estudio
de aquellos aspectos puramente técnicos de la erudición
clásica: alfabeto, libros y ediciones, historia de los
principales manuscritos clásicos, bibliotecas modernas,
aparato crítico, crítica de textos, etc., etc. Agrega
un sustancioso estudio de instituciones políticas, legislación,
hacienda, etc, -cuyo conocimiento es indispensable para la recta
comprensión de los autores clásicos-. Así,
p. ej., ignorándose las distintas funciones cumplidas por
los estrategas (generales) en la Atenas del siglo V, no
se podrá comprender por qué el poeta trágico
Sófocles fue, dos veces, designado estratega. Esta valiosa
obra se completa con un examen sintético y documentado
del teatro en Grecia y en Roma, examen que arranca de los orígenes
del drama griego.
Un libro de esta naturaleza sólo puede ser realizado por
un especialista. Es imposible cubrir el campo de los estudios
clásicos, en una eficiente visión panorámica,
sin conocer (hasta el detalle) los problemas que suscita. Gow
se hallaba en las mejores condiciones para cumplir una tarea semejante.
Fue un scholar que unió a sus profundos conocimientos,
un indiscutible talento de síntesis. Esto se evidencia,
en particular, en la última parte, dedicada al teatro.
Los múltiples y complejos aspectos que provoca cada momento
de la evolución del teatro griego, están lealmente
indicados, con abundante y rápida información. Se
manifiesta ahí una saludable economía de palabras,
un estilo directo, grave, despojado de vana elocuencia, eficacísimo.
Para esta edición se han tenido en cuenta las correcciones
efectuadas por S. Reinach en su versión francesa (1907),
así como se ha conservado -por su expresividad- el título
de dicha versión. Cuarenta y dos figuras en el texto y
tres índices analíticos (de palabras griegas, de
palabras latinas y de materias) completan servicialmente el volumen.
El Manual de Petrie abarca únicamente el mundo
griego, pero da, en cambio, un panorama más completo, ya
que no se concentra, únicamente, en el estudio de los autores
clásicos. Así, Petrie examine en sus doce capítulos
los siguientes temas: la historia de Grecia, la constitución
ateniense, la justicia en Atenas, las finanzas atenienses, la
guerra, el calendario griego, la moneda, la vida privada, la religión,
los festivales religiosos y los dramáticos, la literatura
griega. En los que se refiere a los autores clásicos, Petrie
ofrece una visión sintética pero expresiva de la
evolución de la literatura griega, que se completa con
el rápido examen de los festivales dramáticos. Petrie
posee, en el mismo sentido que Gow, el donde de la síntesis,
y la brevedad no es en él superficialidad. No posee, quizá,
la erudita solidez de Gow, pero es indudable que su libro -publicado
en 1932 por la Oxford University Press- ha sido cuidadosamente
ejecutado. Con respecto a Minerva (y en el campo en que
ambos coinciden) tiene la ventaja de su actualidad -ya que de
1888 a 1932 no han cesado de aumentar los conocimientos en esta
fascinante materia.
A la amenidad del libro contribuye, en parte no despreciable,
la traducción de Alfonso Reyes, quien presta a Petrie la
elegancia de su estilo y (es probable) algún paréntesis.
Se debe advertir, sin embargo, un error sobre el que pasaron,
distraídos, Petrie y Reyes. En la página 159 se
afirma: "El coro de la comedia a menudo usaba disfraz
animal, conforme al título de la pieza; por ejemplo, aves,
avispas, ranas, en Aristófanes". Ya se sabe que
en Las ranas, éstas no forman el coro de la comedia.
Aparecen en un solo episodio -si es que aparecen, ya que su cómico
croar pudo representarse detrás de la skeenés
(o sea, entre bastidores). El coro de dicha obra está
formado por iniciados en los misterios eleusinos, como bien recuerda
Reyes en La crítica en la edad ateniense, pág.
119.
La obra se completa con unas Tablas históricas,
compuestas por el traductor, 19 láminas ilustradas fuera
de texto y dos mapas."
EMIR RODRÍGUEZ MONEGAL