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Indice general ordenado alfabéticamente por título del libro o artículo

"Introducción al mundo clásico"
En Marcha, Montevideo, nº 370, 07/03/1947.
p. 14.

"El año pasado se publicaron dos manuales que facilitan una cabal Introducción al mundo clásico. Se trata de Minerva por James Gow (Emecé, 1946) y la Introducción al estudio de Grecia por A. Patrie (Fondo de Cultura Económica, 1946).

El libro de Gow fue publicado originalmente en 1888, bajo el título: "A Companion to School Clasics", que puede traducirse por: Una guía para los clásicos escolares. Los clásicos a que se alude son los grecolatinos. Pero Gow, con excelente criterio no se limita al atento estudio de aquellos aspectos puramente técnicos de la erudición clásica: alfabeto, libros y ediciones, historia de los principales manuscritos clásicos, bibliotecas modernas, aparato crítico, crítica de textos, etc., etc. Agrega un sustancioso estudio de instituciones políticas, legislación, hacienda, etc, -cuyo conocimiento es indispensable para la recta comprensión de los autores clásicos-. Así, p. ej., ignorándose las distintas funciones cumplidas por los estrategas (generales) en la Atenas del siglo V, no se podrá comprender por qué el poeta trágico Sófocles fue, dos veces, designado estratega. Esta valiosa obra se completa con un examen sintético y documentado del teatro en Grecia y en Roma, examen que arranca de los orígenes del drama griego.

Un libro de esta naturaleza sólo puede ser realizado por un especialista. Es imposible cubrir el campo de los estudios clásicos, en una eficiente visión panorámica, sin conocer (hasta el detalle) los problemas que suscita. Gow se hallaba en las mejores condiciones para cumplir una tarea semejante. Fue un scholar que unió a sus profundos conocimientos, un indiscutible talento de síntesis. Esto se evidencia, en particular, en la última parte, dedicada al teatro. Los múltiples y complejos aspectos que provoca cada momento de la evolución del teatro griego, están lealmente indicados, con abundante y rápida información. Se manifiesta ahí una saludable economía de palabras, un estilo directo, grave, despojado de vana elocuencia, eficacísimo.

Para esta edición se han tenido en cuenta las correcciones efectuadas por S. Reinach en su versión francesa (1907), así como se ha conservado -por su expresividad- el título de dicha versión. Cuarenta y dos figuras en el texto y tres índices analíticos (de palabras griegas, de palabras latinas y de materias) completan servicialmente el volumen.

El Manual de Petrie abarca únicamente el mundo griego, pero da, en cambio, un panorama más completo, ya que no se concentra, únicamente, en el estudio de los autores clásicos. Así, Petrie examine en sus doce capítulos los siguientes temas: la historia de Grecia, la constitución ateniense, la justicia en Atenas, las finanzas atenienses, la guerra, el calendario griego, la moneda, la vida privada, la religión, los festivales religiosos y los dramáticos, la literatura griega. En los que se refiere a los autores clásicos, Petrie ofrece una visión sintética pero expresiva de la evolución de la literatura griega, que se completa con el rápido examen de los festivales dramáticos. Petrie posee, en el mismo sentido que Gow, el donde de la síntesis, y la brevedad no es en él superficialidad. No posee, quizá, la erudita solidez de Gow, pero es indudable que su libro -publicado en 1932 por la Oxford University Press- ha sido cuidadosamente ejecutado. Con respecto a Minerva (y en el campo en que ambos coinciden) tiene la ventaja de su actualidad -ya que de 1888 a 1932 no han cesado de aumentar los conocimientos en esta fascinante materia.

A la amenidad del libro contribuye, en parte no despreciable, la traducción de Alfonso Reyes, quien presta a Petrie la elegancia de su estilo y (es probable) algún paréntesis. Se debe advertir, sin embargo, un error sobre el que pasaron, distraídos, Petrie y Reyes. En la página 159 se afirma: "El coro de la comedia a menudo usaba disfraz animal, conforme al título de la pieza; por ejemplo, aves, avispas, ranas, en Aristófanes". Ya se sabe que en Las ranas, éstas no forman el coro de la comedia. Aparecen en un solo episodio -si es que aparecen, ya que su cómico croar pudo representarse detrás de la skeenés (o sea, entre bastidores). El coro de dicha obra está formado por iniciados en los misterios eleusinos, como bien recuerda Reyes en La crítica en la edad ateniense, pág. 119.

La obra se completa con unas Tablas históricas, compuestas por el traductor, 19 láminas ilustradas fuera de texto y dos mapas."

EMIR RODRÍGUEZ MONEGAL

 

Responsables

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lbehar@multi.com.uy

A. Rodríguez Peixoto
arturi@adinet.com.uy


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ssanchez@oce.edu.uy

 


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