Esther de Cáceres (1903 - 1971) es recordada como una mujer comprometida, activa y sencilla. Sus firmes convicciones fueron volcadas con una ansiedad difícil de contener, entre lecciones y largas tertulias. Fiel a su vocación, tanto de médica como de docente y apasionada promotora de la cultura, sedujo con hondas reflexiones, sustentadas por una desbordante espiritualidad. Un profundo misticismo marca la unidad de toda su poesía. Sus seguidores y amigos coinciden en que Esther escribía desde otro lado, acercando al lector -en un exquisito ejercicio de elevación- hacia un cielo no tan lejano. A través de sus artículos, ensayos, poesías, y desde su fe católica, Esther puso en palabras un sentir humano que excede las posturas religiosas de sus lectores, marcando un precedente tan singular como ineludible. |