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"Borges
y Emir"
Por Jorge Luis Borges
Extraído de Diseminario
Montevideo, XYZ, 1987
p. 117-118
"En los Estados Unidos, no sé si en Yale o en Columbia,
Emir me dijo que él pensaba escribir una biografía,
fantástica, mía, es decir, no una biografía
de lo que había ocurrido sino de lo que pudo haber ocurrido.
Y yo le dije que él podría hacerlo, mejor que yo,
ya que se había pasado buena parte de su vida estudiándome,
no sé porqué, a mí me parece una perversión,
una manera notoria de perder el tiempo, en todo caso. Bueno, en
fin. Él, sin duda, conocía lo que se ha dado en llamar
mi obra, yo lo digo entre comillas, porque yo no tengo obra, solo
unos cuantos borradores que se han publicado. Él se ha pasado
la vida estudiándolos, leyéndolos, releyéndolos,
analizándolos, inventándoles méritos que ciertamente
no existen y conoce también todas las fechas de mi vida.
Yo solo conozco la fecha 1899 pero tampoco la recuerdo ya que nadie
puede recordar el momento de su nacimiento aunque, según
los psiquiatras, el recuerdo incluye también la vida prenatal
lo cual me parece excesivo. Bueno, yo le dije que podría
hacerlo muy bien, dicen que lo ha hecho admirablemente. Yo no leí
ese libro porque es incómodo leer un libro sobre uno, del
mismo modo que es incomodo oír hablar de uno. De modo que
en esta casa no hay un solo libro mío ni tampoco un libro
sobre mí, salvo uno que es del todo inofensivo porque fue
publicado en Japón y fue escrito en cayis, en los ideogramas
chinos. De modo que yo no conozco ese libro y los que lo han leído
afirman que es excelente, y tiene que ser excelente ya que se refiere
no a mi, relativamente, pobre vida actual, sino a una vida imaginaria
que tiene que ser mucho más rica; de modo que yo le agradezco
a Emir ese libro y, además, puedo hablar de él no
solo como estudioso y como escritor sino como algo mucho más
importante, como amigo. Yo creo que la amistad es realmente una
de las pasiones de nuestros países. Quizás la mejor;
cuando Eduardo Mallea publicó un libro titulado Historia
de una pasión argentina, yo decía, pero qué
puede ser esa pasión, tiene que se la amistad, ya que la
amistad es lo que se siente a lo largo de nuestra literatura. Por
ejemplo, en el Fausto de Estanislao del Campo, ¿qué
importa la parodia de la ópera? absolutamente nada, lo que
importa es la amistad de los dos aparceros. Y en el Martín
Fierro, qué puede interesar la vida de un desertor y
de otro, un desertor del ejército y el otro, un desertor
de la policía, que misteriosamente se pone de parte del reo
que viene a arrestar. Pero, sin embargo, se siente entre esos dos
criminales que existe una amistad. Bueno, yo quería agregar
que tendría muchas ganas de volver a ver a Emir, y agradecerle
ese libro que soy indigno de leer y que quisiera estar en Montevideo,
pronto, para volver a verlo.
Buenos Aires, 22 de octubre de 1985.
Jorge Luis Borges"
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