Sr. Embajador
D. Octavio Paz
Embajada de México
136 Golf Links
Nueva Delhi (INDE)
Estimado Octavio:
No
sabe cuanto le agradezco su extraordinario poema y la larga carta
que lo acompaña. Estaba en Londres cuando llegaron ambos
a la oficina, por eso me he demorado en contestarle.
Sus
críticas a Mundo Nuevo me parecen muy acertadas y en general
las suscribo casi completamente. Algunas (la ausencia casi total
de un crítica a alto nivel) es una de mis preocupaciones.
Por eso me alegra tanto que me ofrezca un fragmento de su estudio
sobre Lévi-Strauss. El estructuralismo no ha sido un tema
indiferente para mí. Por el contrario, he estado proyecta[n]do
con Sarduy un número especial sobre ese tema. Pero la mayor
dificultad ha sido y es conseguir material latinoamericano de cierto
nivel. Es más fácil (relativamente hablando) en terreno
de la creación que en el de la crítica. De todos modos,
le prometo tener muy en cuenta todas sus observaciones y con un
poco de ayuda suya, iremos orientando Mundo Nuevo en un sentido
verdaderamente creador.
Una
de las dificultades mayores que ha tenido la revista es toda la
polémica sobre sus orígenes, sobre los fondos del
Congreso por la Libertad de la Cultura, sobre la personalidad de
Cuadernos y sus sucesivos directores, etc., etc. Todo esto es historia
antigua pero nuestros queridos compatriotas latinoamericanos no
quieren olvidar que han sido colonia y siguen juzgando a cada uno
y a cada obra con el más exquisito criterio de solteronas
parroquiales. Críticas como las que usted hace a la revista
son estimulantes. Dan ganas de discutirlas, de corregir lo que está
mal, de mejorar lo que no es bastante bueno, etc. Pero las críticas
que en general se han hecho a la revista son de un nivel deprimente.
Espero
que haya recibido ya el editorial del próximo número
(julio 1967) en que me ocupo de la CIA y los intelectuales. Estoy
preparando un largo exposé para el número siguiente
(agosto) en que recojo todas las acusaciones sobre el Congreso por
la Libertad la Cultura y las confesiones de sus principales responsables
administrativos. Por suerte, ha quedado bien en claro que todas
las denuncias y acusaciones y confesiones se refieren a un período
anterior a 1965, cuando la Fundación Ford se convierte en
única fuente de ingresos del Congreso. Pero aún así,
voy a volver a citar todos los documentos en la revista para evitar
que proliferen las confusiones.
Carlos
Fuentes me había dicho que usted estaba por venir a París
en junio. Si lo hace, no deje de avisarme así nos vemos y
conversamos. El consejo de un hombre como usted es en este momento
esencial para mí. No sé si usted tiene mi dirección
particular:
14
Boulevard de Courcelles, XVII Tel. CARN 2691
Otra
cosa: antes de irse Tomás Segovia estaba trabajando en una
larga nota sobre su libro Cuadrivio. Como ya he desesperado de recibirla
alguna vez he decidido ocuparme yo del libro, así como de
la antología que lleva su extenso prólogo. Será
un ensayo en que trataré de situar su obra crítica
en una perspectiva lo más amplia posible y actual.
Reciba,
querido amigo, un agradecido abrazo
Emir
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original
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