A la Sociedad Rodoniana.
A Myriam Otero, quien generosamente proporcionó materiales para su digitalización.
A Mercedes Ramírez, que contribuyó con orientaciones, libros y artículos.
A los funcionarios de la Biblioteca Nacional de Uruguay.
A Virginia Fridman, responsable del Archivo literario de la Biblioteca Nacional.
Al Museo de la Palabra del Servicio Oficial de Difusión, Radiotelevisión y Espectáculos (SODRE)